Este es uno de los cuadros que tiene mi psicoanalista lacaniana en Ecuador. “El Loco” de Pablo Picasso y a mí me encanta.
Este, junto a un montón de libros de arte, psicoanálisis, filosofía, entre otros temas, adornan su consultorio, y ella, generadora de paz y orden, que es obviamente la mejor parte.
Curiosamente conocí a mi psicoanalista en Octubre del 2014 en un Congreso de Psicoanálisis fuera del país, y quedé encantada con su charla sobre el Psicoanálisis y la Literatura, que es cuando supe de la existencia de Alejandra Pizarnik y me conecté con unos de sus poemas. Pero, apenas contacte a mi actual psicoanalista en Junio del 2015, y mi primera sesión con ella fue un día después de mi cumpleaños.
Estuve en análisis con ella, ininterrumpidamente, hasta Marzo del 2016, que es cuando empece con mis viajes por aquí y por allá, tras graduarme, regrese un par de meses y luego en Febrero del 2017 estuve partiendo nuevamente. Pero esta vez, con su venia para tener una nueva psicoanalista en el país en el que estudiaría, este permiso era importante para mí, pero aun con este permiso, y aun estando en análisis con otra analista por más de un año, para mí Mayra era, fue y será mi única analista de verdad.
En todo caso, me costó mucho “compartirme” con mi nueva psicoanalista y “perdornarme” semejante traición. Sin embargo, tanto en mi visita a Ecuador a finales del 2017 y a finales del 2018, tuve sesiones con ella y en el 2019, reanudamos el tratamiento seguido en línea. Es toda una historia.
Puede que, para algunos, suene exagerado... pero le debo tanto. Y le debo cosas impagables cuantitativamente, no puedo terminar de agradecerle por abrirme paso entre tanta espesura, por calmarme, por enseñarme, por aguantarme. Y es que yo siento que esa hora con ella siempre ha sido algo sagrado, una conexión con lo divino, y una reconexión y reconocimiento de mi verdadero ser. Las veces que me caí y lloré no son nada frente a las veces que me maraville ante la ironía y la obviedad de realidades internas y externas que Mayra me ayudó a entender.
Espero que todos quienes estén en el camino del auto-descubrimiento que involucra el psicoanálisis puedan encontrar una hada mágica y sanadora como la mía, que fue desde el primer día: luz y bendición para mí.
Muchas gracias, queridísima Mayra. Es usted una inspiración para crecer. La quiero muchísimo.