Wednesday, September 18, 2019

Beating

Look what I found digging into some old files:

“You're mine, Madelaine. You're mine now. Your place will be more comfortable when you will be ready to be "naked" (emotionally) in front of me. And this relationship will be better too...”

But you don't believe this anymore... right? It's been so long after all. You know? Sometimes it feels it was just yesterday when we stopped talking, but then I feel the longing in my heart and I check the calendar and... it has been 4 years already. And it was precisely in September when you asked me to stop contacting you at all... I hope you are doing well without me. I won't lie about me wishing you to be with someone else, we both know my jealousy couldn't even allow such thought, we both know the only person I'd ever want to take care of you and place you in her arms is me and myself.

But why are you still so mad at me? It breaks my heart to know that just 8 months ago I reached out to you Again, and all you told me is that I ruined your day... If you'd let me I could change that, I am sure I can make you laugh! You used to laugh with my wisecracks, I may have changed since I grew up, but I am still me and I believe you are still you, with your same sense of humor and for sure you'll laugh, with me or of me, but you will laugh. Why don't you let me talk to you? Why had I been banished with such furor of your lands? Why can't I even take a peek with your permission? I had apologized so many times... but no matter what I say, you remain so impassive... sometimes I wonder if I truly was that bad to you to the extent of you not allowing to get close to you at all. Not even once had I wish bad for you, whenever I think of you, I just want to take care of you, protect you, heal you, hug you, I never imagine myself hitting you, nor anything like that, why do you push me away so badly? I miss you much... I miss you so much that it hurts even now.

And I know you think I am crazy by now, but in my heart, I am still yours... in my heart, we never broke up... in my heart, we had never broken up. When we “broke up,” you told me you wished to believe what I was saying was the truth but for sure it will change and I will stop loving you. When does that happen? I had asked so many people, even my psychoanalyst and no one, literally no one gives me a date. Even my new Italian psychoanalyst, even worse, he told me you are still very present in my days and you made a great impact in me which makes it very hard for me to get over you, like if I didn't know that. 

My eyes hurt... therefore I can't nor want to write anymore but... just one more memory:

Me: ^_^ dont waste time lookin or spendin time with other girls, at the end of the day you'll end up with your girlfriend, you have no choice she'll follow you everywhere :D 
You: And i'm not looking for other girls. Why should i do that? Are they somehow better than my girlfriend?

Why are we not together anymore then? Didn't you say they're not better than me? You know I am mad now, right? We started pointing out that I am yours, but I must also mention that you're mine too. Yes, whether you feel me or not, whether you love me or not, whether you miss me or not; whether you are in your best or your worst state; whatever it is and however it is, I take you and claim you mine. Just as you did when we first met, without asking for permission, colonizing my heart... claiming that I am your tool, your weapon, whatever it is but yours. Well, you're my heart. You were, you are and you will always be. I beat through you. Do you beat through me? I wonder...

Friday, September 6, 2019

This game of us


Let’s play this game, you stay there, under that tree, right in that door; I will stay here, in this seat, right in this school. 

And the distance will be our shield, I will protect you by protecting me and you will protect me by protecting yourself. 

I am sorry it couldn’t be another way, I am sorry we can’t work together, I am sorry it is so hard for us to be without damaging each other... I am sorry for you, I am sorry for me and I am sorry for us. And while I cry this sad fortune, I will pray every day for you wishing you good fortune and I will dream of us every night, those love stories with happy endings that we were not able to reach out. 


[Madelaine Bustamante. September 6, 2019]

Thursday, September 5, 2019

Tu arte

     Después de tanto haberte insistido, habías aceptado, habías elegido el lugar, el día y la hora y yo había dicho que sí a todo lo que habías propuesto, aun si hubieras dicho que nos veríamos en el fin del mundo, yo hubiera aceptado, sin duda alguna. 
     El día había llegado y aun no me había recuperado de la noticia, tenía miedo de desmayarme, de perder la conciencia, de desconectarme porque era demasiado avasallador, tenía miedo porque ¡Yo quería sentirlo todo! Quería sentir el miedo, el éxtasis, la tranquilidad, todo, en el orden que me era dado, todo lo que tú me hacías sentir, pero a la vez quería estar cuerda y parecer un ser racional a tu llegada y esos dos puntos “sentirlo todo” y “cordura” no parecían conectar, al menos no me ha parecido el caso en todos estos años. Cerré mis ojos por un segundo y estaba todo oscuro mientras una silueta bailaba dejando luces de colores fosforescentes por donde pasaba, abrí los ojos y me pregunte si la silueta era tuya o mía, y ¿cómo tenía la osadía de aparecerse ahora mismo? Yo no tenía tiempo de resolver tales enigmas en ese preciso momento, apenas tenía tiempo de recoger todos mis sentimientos y contenerlos en una caja para que la casa no pareciera los escombros tras un remolino y te ahuyentase. 
     Había llegado una hora antes, no diez, ni quince, ni treinta minutos antes, sino una hora, una hora entera para divagar... una hora entera para volverme más loca de lo que ya estaba. Por un momento pensé que podía esperarte haciendo la fila, comprando los tickets antes que tú, pero luego pensé que no quería perder tiempo a tu lado, y hacer la fila junto a ti era tiempo juntos; pero, no había ninguna fila. Supuse que habías escogido esa hora por esta precisa razón. Tú llegaste quince minutos antes, y mi corazón sobresaltado, como siempre, no podía calmarse. Yo te veía precioso a la distancia, no podía ni imaginarme qué sería de cerca y te observe por un minuto que habrá parecido una vida entera para mi corazón que no podía más. Le agradecí a Dios que no me hayas visto todavía, eso me había dado tiempo de sacar esa tonta mega sonrisa de mi cara, y me había dejado vestir una sonrisa “menos emocionada”, permitiéndome demostrar una actitud más “pasiva”, aun cuando todos sabemos que soy todo menos pasiva, a menos que ponga esfuerzo en ello; haber logrado mantener mi entereza era un éxito colosal que tenía planeado celebrar más tarde, ahora mismo solo quería saludarte. 
      Mientras caminaba hacía ti y tú mirabas tu teléfono, una chica se acercó a ti y empezó a hablarte, me paré en seco, “¿De esto se trataba todo?”, “¿Habías invitado a alguien más?”, mil preguntas pasaron por mi cabeza en los segundos que ella te habló, y sentí como toda la energía de mi cuerpo me abandonaba y mis piernas flaqueaban, estaba a punto de entrar en pánico y, de repente, ella se fue... Tarde me di cuenta de que podía haber sido una completa desconocida pidiéndote alguna indicación, preguntando la hora, o algo por el estilo; no tenía que ser alguien arruinando mis planes necesariamente. Me apresuré a alcanzarte, antes de que mi imaginación me juegue otra mala pasada. 
     Cuando me viste tu cara no cambió de expresión, parecías tan impertérrito que debo admitir que me dolió, ya que por tonto que parezca me había imaginado que verme te habría conmovido tanto como verte me había conmovido a mí, pero no fue así... Sin embargo, yo no tenía tiempo de acarrear esa decepción conmigo en ese preciso instante, de manera que me sacudí la pena y seguí. Te salude con un beso en cada mejilla, como lo hacen en tu país, y tú parecías algo desconcertado, pero mi regla de no-touch había sido quebrantada a sabiendas de que esta podía ser mi única oportunidad, y hubo una explosión tal dentro de mí que empecé a pedirle fuerzas a Dios, para mantener la tranquilidad. Me miraste como diciendo “¿qué fue eso?” y mostrando indicios de lo que sería una sonrisa en mi cabeza, yo me encogí de hombros, tratando de quitarle importancia a un evento que tenía toda la importancia del mundo para mí. Miré en dirección de la boletería y empezamos a caminar en esa dirección, la chica que nos atendió era hermosa y no pude más que sentir celos y mirar tus ojos para “calcular qué tan inmersos estaban en ella”, pero nada había cambiado... seguías tan impávido como cuando me viste, mi corazón pudo respirar nuevamente.
    Entramos al museo y empezamos a caminar en silencio, estaba tan emocionada y absorbida en mí misma que había pasado por alto cómo podrías haberte estado sintiendo tú, te miraba cada tanto de reojo, y tú mirabas el arte en el museo, y yo pensaba que yo también miraba el arte en el museo aunque no necesariamente el arte propio del museo, sino el que estaba de pasada. A medida que avanzábamos, mi ánimo inicial caía en picada, me empezaba a sentir no querida, aun si no era la primera vez que sentía eso contigo, y en cada paso sentía que cientos de cubetas de agua helada me eran lanzados, empecé a sentir frío a tu lado, mucho frío. 
     Empecé a cuestionarme la salida en sí, si habías aceptado para que te dejase en paz de una buena vez, o si sentías una pizca de curiosidad por cómo saldría todo conmigo, pero tras treinta minutos caminando en absoluto silencio la primera idea tenía más sentido. Empecé a odiarme... por mi insistencia, por mi terquedad, por mi inocencia, por mi anormalidad, por todo lo que me había llevado a ese momento junto a ti donde estaba más que claro que no te interesaba. Y aun cuando luché mucho porque no pase, me había perdido en mis pensamientos como de costumbre y había pasado el límite de seguridad de una de las obras y un guardia se acercó a mí diciendo “Mi scusa, signorina, non puo fare questo” mientras apuntaba a mis pies y yo brincaba sobresaltada de retro, disculpándome repetidas veces y regresándote a ver pero tú seguías en silencio. Tú estuviste a mi lado todo este tiempo, de manera que también habías pasado el borde que no hay que pasar pero el guardia no te había dicho nada, ni siquiera había regresado a verte. 
    “¿Por qué me habían llamado la atención solo a mí?” me pregunté sintiéndome discriminada, y me acerqué a ti enojada, lista para escuchar las explicaciones del por qué de la actitud del guardia de tu boca, pero apenas me pare frente a ti, y dije “A ver, explícame” desapareciste, y yo parpadee varias veces, pensando que así te traería devuelta, pero seguías ausente, revise mi móvil y no habían mensajes, ni llamadas tuyas. Mire en frente de mí y estabas viendo un tren, me acerqué en silencio por temor a volver a perderte y cuando regresaste a verme, seguí observando a ese ser inmutable en el que te habías convertido, mi mano se alzó en pos de alcanzarte, pero yo hice que baje inmediatamente por el miedo de perderte una vez más. Hubo un quiebre entre la ficción y la realidad al parecer, algo se descolocó, o yo me descoloqué algo... sea lo que sea, no iba a permitir que te arrebatara de mí. 
      Seguí caminando a tu lado, mientras observabas cada uno de los objetos en ese lugar, y mientras tu admirabas su arte, yo seguía admirando el tuyo.