Todo menos eso.

Y en un abrir y cerrar de ojos perdí todo cuanto amaba... mi existencia misma se deslizaba entre mis manos para seguirlo, negándose a quedarse conmigo y pegándose a él pese a ser aborrecida... nunca pude entenderme menos que en esos momentos, cuando él se alejaba y yo corría tras él sin correr, porque no me iba ni me quedaba, iba tras él corriendo con todas mis fuerzas ahí parada, estática. 

Y no podía culparlo por no entender pero nunca podría perdonarlo por haberse ido, podía perdonarle todo menos el irse, menos el cambiarme, menos el abandonarme, podía incluso arremeter contra mí y dejarme al borde de la muerte física, pero nunca al borde de esta muerte emocional con la que tengo que vivir eternamente, me rehusaba a darle el perdón ante un acto tan detestable, porque independientemente de sus miles de razones "justificadas", para mí nada justificaba que me deje; y, si muriese en mi delante y por eso me dejáse, ni siquiera eso sería perdonable. Porque podría perdonarle que me corte un brazo, una pierna, la lengua, los ojos incluso, que me lastime una y otra vez hasta hacerme pedazos, que me odie a ratos siempre y cuando vuelva a amarme, pero nunca que me deje... Podía perdonarle todo menos que se vaya... menos que me deje en este lugar frío y oscuro en el que me encontró... porque cree castillos en el aire gracias a su presencia y han desaparecido, se desvanecen con su ausencia. 

Graphic Description of Love.

¿Ha sido mi decisión? Nada en esta vida ha sido decisión mía, todo me viene decidido, hasta su entrada y salida... Sin embargo yo, tan insolente, tan terca, tan obstinada, tan arrogante... siempre creyendo que puedo hacer cuanto me viene en gana ¡Ilusa! Ya no tienes nada, nada más que las lágrimas que no dejan de caer ante la perdida de todo, ante la vuelta a la nada, la nada con tanto sentido sin sentido en la que vivo.