Friday, December 27, 2013

Cuántas faltas.

¿Respeto? Entonces quieren decir que ¿me respetan pero no toman en consideración alguna la importancia de mis creencias? ¿Debería simple y llanamente hacer caso omiso a sus violaciones a mi libertad? ¿Realmente han llegado a creer que sus creencias, por ser suyas, valen más que las mías, por ser mías? 

Las cosas como pueden llegar a ser... tan absurdas hasta la médula; vivimos en una época tal donde la tolerancia hacia otros cultos no existe para la mayor parte de la población aunque las leyes dictan lo contrario. No sé qué sea del resto del mundo, pero al menos en donde yo vivo la tolerancia en ese aspecto es ciertamente superficial, la gente se contradice a sí misma, aceptan unas cosas y rechazan otras, de manera que ni aceptan todo ni rechazan nada, están cobijados bajo su cómoda zona de confort: en el medio; en un estado-neutro donde creen estar bien, pero están perdidos y seguirán así porque no creen necesitar despertarse.

¿Quitarme esos tabús? Mientras sea yo quién viva “bajo esos tabús” debería estar bien, porque tengo entendido que mis derechos terminan donde empiezan los suyos, pero no me veo sobrepasando los míos y alterando ninguno suyo.

¿Sus festividades? Adelante ¿Sus rezos? Cosa suya ¿Sus costumbres? Mientras no me vea obligada a seguirlas si no quiero ¡Sigan! ¿Pero qué se han creído? Repito, sus derechos acaban donde empiezan los míos. Y soy libre de hacer lo que considere correcto, tanto como lo son ustedes.

De repente me vi rodeada de personas que quieren que los respete pero no me respetan... ya sé que no pienso como ellos, que nuestras opiniones varían, que nuestras dogmas son diferentes, pero sigo siendo parte de ustedes y ustedes siguen siendo parte de mí... ¿Cómo vivimos entonces? ¿En qué momento estos desencuentros se vuelven en recuerdos grotescos del pasado y dejan de repetirse? Porque insisto en que: no estoy perjudicando a nadie... tal vez mis decisiones lleguen a lastimarlos y mis afirmaciones los dejen desconcertados; pero, sigue siendo la forma de vida que yo he escogido, sin embargo, volvemos a esos puntos en los que soy tan pequeña que aun no puedo pensar por mí misma. Es extraño como para otras cosas en cambio, estoy tan pasada en sabiduría que, no saber es una burla de mi parte. 

¿Pero dónde estamos? ¿En qué momento empece a ser una persona sin voz? ¿Fue cuando me cambie de religión? ¿O cuando ustedes decidieron que mi voz no valía más? Pero ¿Quién me ha quitado mis alas? ¿Mis creencias o sus prejuicios para la misma? 





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Sentimientos