- Me perdí de nuevo. (Dijo ella mientras lo miraba fijamente y él se rió)
- ¿Cómo te vas a perder estando aquí? No te has movido a ningún lado.
- Me he perdido te digo. (Dijo ella desafiante, decidida, obstinada como siempre & él ya no rió sino que simuló una sonrisa esta vez)
- ¿En dónde se ha perdido la señorita?
- En la profundidad de tus ojos. (Dijo ella sin vergüenza, altanera y directa sin dejar de verlo logrando avergonzarlo y hacer que bajara la mirada). Te amo, más de lo que crees & más de lo que puedo amar, te amo & no puedo decir hasta el infinito porque el hasta le restaría cuando solo se le puede sumar a este amor mío.
- Te amo más. (Dijo él con una voz algo ronca pero seria, ahora viéndola fijamente también)
Había dicho tan poco pero, en efecto, había dicho todo, saber que la amaba más de lo que ella lo amaba le resultaba imposible y ese imposible pero posible porque él lo dijo la conmovía hasta el delirio, hasta el llanto, hasta la locura más extrema que es el amor.