- ¿Qué haces? Le dijo sin mirarla.
- Nada. Respondió ella con desgano mientras miraba por la ventana.
- ¿Qué haces? Repitió con un tono de voz más fuerte & la miró.
- Nada. Volvió a responder.
- ¿Qué haces? Dijo encolerizado & agarrándola por su brazo izquierdo.
- Nada... Dijo ella atemorizada por su acción repentina.
- ¿Qué miras entonces?
- La ventana...
- ¿Por qué la miras tanto? ¿Acaso alguien vendrá a verte?
- No. Respondió ella en un soplo & al borde de un llanto. Entonces él advirtió que se había sobrepasado.
- Lo siento. Se disculpo y la soltó.
- Ya, no es nada. Logró articular & se fue a su habitación.
Después de todo aun le dolía saber que él nunca más vendría a verla, que ya no le importaba, que ya no tenía caso esperar o mirar constantemente por la ventana. Sí, ella mejor que nadie lo sabía; pero de vez en cuando le hacía falta esa persona firme & resuelta que le recuerde que ahí donde una vez se presentaba un cuerpo amable se había convertido en un lugar desolado dónde sólo encontraría siempre el dolor que produce esa nostalgia que nunca acabará.
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Sentimientos