Se sentía a punto de caer en un abismo...las palabras que había lanzada minutos atrás, aún resonaban en lo profundo de su alma, como queriendo acabar con su vida misma...a través de esa escena que se repetía tan patéticamente en su memoria.
¿Cómo podría seguir? Después de haber ideado una vida junto a su amor y ahora, hallándose en un lugar sin su presencia...
Tras una hora de haberse ahogado en su propio llanto cayó en cuenta de que sólo había una salida a ese mar de lágrimas...Entonces se apresuró a buscar un papel para redactar el siguiente escrito:
Dulce Amor Mío.
Te escribo antes de mi partida, pero no es pos de darte una despedida, sino más bien agradecerte. Realmente nunca podré olvidar, aquel día en que me dijiste de una manera tan indirecta y directo que me querías ¿Lo recuerdas? Recuerdo que esa noche no pude ni dormir debido a esa felicidad que me desbordaba.
¿Sabes...? De alguna forma, te considero mi primer y último idilio ¿Tienes una idea del porqué? Tal vez, porque abrí de par en par las puertas de mi corazón para que tú puedas entrar, pero ahora que te has ido, he optado por cerrar bajo llave las mismas y...antes de que te vayas, en un descuido de tu persona, introducí rapidamente las llaves en tu bolsillo. Pero no te preocupes, no te pediré que las cuides o las traigas devuelta, sólo quería que sepas que son tuyas y si algún día siente frío tu alma, siempre podrá refugiarse junto a la mía...
¡Oh por cierto! ¿Recuerdas que habías dicho que aún si nunca nos vieramos, querías que nos amemos eternamente? Pues no te preocupes, aunque tú ya no sientas lo mismo, Yo Te Amaré Eternamente.
Como quiesiera que vuelvan a mi aquellas tardes que julio me regaló a tu lado...cuando tú y yo eramos un sólo ser...
Mi amor, hazme reír de nuevo, inventa una historia para preocuparme y luego notar que es una simple broma, duermete escuchando mi voz y embelezate con la misma, extrañame al punto de no vivir sin mí, y dedicame un canción llena de amores. Dime por última vez que para ti, soy un sentimiento nuevo por lo que no quieres arruinarlo ni lastimarme.
Mi amor, hazme reír de nuevo, inventa una historia para preocuparme y luego notar que es una simple broma, duermete escuchando mi voz y embelezate con la misma, extrañame al punto de no vivir sin mí, y dedicame un canción llena de amores. Dime por última vez que para ti, soy un sentimiento nuevo por lo que no quieres arruinarlo ni lastimarme.
Aunque si es mucho lo antes pedido, entonces sólo vuelve a saludarme y preguntarme como me va, una palabra tuya, bastará para salvarme... ¡Ups! Estoy entrando en el ámbito de la hipersensibilidad, o en sus defecto, el dramatismo. No me hagas mucho caso, me basta con que me guardes en tu corazón como un recuerdo lindo de un tierno romance pasado.
Te deseo muchísima suerte en esta vida, te la mereces. Ójala seas feliz y nunca más vuelvas a necesitar de mí. Sólo nunca olvides que yo, hoy y siempre
TE AMO
Una vez terminada la carta la fuerza de los latidos de su corazón empezó a decrecer...su momento feliz junto a su fantasma impregnado en el aire con su aroma dio un cierre de película a ese instante.
Hizó dos maletas con poca ropa y antes de ir al aeropuerto paso por el cartero dejando la carta.
Una vez allí escribió un mensaje para su madre, comunicandole que iría de viaje a Italia...y no volvería jamás.
Durante el viaje, su mente permaneció en blanco... un estado de shock por la perdida, que al llegar desapareció para traerle devuelta la sonrisa. En Roma, empezó a caminar y caminar por esas bellas calles, se respiraba paz y sus grandes centros religiosos le daban al lugar un toque armónico. Rememoró entonces su infancia, su adolescencia y su, aún presente, juventud, sus padres, sus hermanos, sus amistades, y así se la paso la tarde entera riendose y sonriendo por tanta dicha.
Se encontraba haciendo labor de turista, entrando a todos los lugares llamativos que veía. A las doce, del 24 de Septiembre, subió a la torre más alta & pudo observar un paisaje tan genuinamente perfecto que la cámara saltó sola del bolso para ser usada, desde ahí, la noche, ofrecía una vista de una ciudad iluminada por mil luces...aún cuando la oscuridad lo envolvía todo.
Nuevamente el sentimiento de vacío y de abismo...pero ésta vez ya no era sólo dentro de sí, ahora se sentía tan real, que podía palparse...cerró sus ojos y se dejo rodear suavemente por ese cálido lago de sangre que el piso le prometía.
La nada y su espíritu se complementaban... creando así un nuevo sitio de llegada. No había más que decir, había llegado el fin.