PRIMER CAPÍTULO: "Ráfaga de viento."
* Tokio, Japón. Verano (Agosto 25, 2010)
Ella empezó a correr desesperadamente, no le importaba a donde se dirigía...o por lo menos eso era lo que quería pensar, pero no pudo más que admitir su auto-engaño cuando al parar se encontró nuevamente ahí. En ese lugar perfecto donde tanta veces se encontró con él, tantas veces hicieron carreras a ese lugar, tantas risas, tantas sonrisas, tantos besos...sin duda ese era el sitio de ellos dos, con esos árboles altos y sus hojas verdes, con esa laguna transparente, con ese pasto suave, ese que no pica...o por lo menos, así lo sentían ellos; todo parecía perfecto cuando estaba con él...Pero ahora ese lugar no era más que un espacio vacío, que hacia añicos otra vez a su corazón con solo encontrarse ahí. Hizo una inspección lenta de cada rincón en el que compartió un momento a su lado pero su vista se paró bruscamente en él...un chico que se encontraba en la esquina de la derecha...mirando al cielo, como ahogado en sus pensamientos; era un chico alto, de piel realmente clara, de un cabello castaño claro, que amenazaba con ser negro, pero el rubio no había permitido su cometido, predominando así sobre la oscuridad...y unos ojos, que no alcanzó a visualizar, pero podría jurar que eran claros.
- ¡Tú! ¡¿Qué haces aquí?! gritó ella algo nerviosa pero enojada, ¿Cómo podía estar un ser humano cualquiera invadiendo esa tierra santa? Ese lugar maravilloso, ¡En especial en un día como este! ¿Cómo se atrevía? ¡Era un completo osado!
Él la miró...y sin responder nada, volvió a fijar su mirada en el cielo, pretendiendo no oírla, sin importarle su presencia...ignorándola.
- ¡Hey tú! El chico del abrigo blanco ¿Qué haces aquí? insistió ella, enfadadísima por la respuesta muda del muchacho.
- Es un país libre ¿No? Tengo entendido que este bosque es del condado, así que puedo estar aquí. Dijo él sin dejar de mirar el cielo, parecía absorto en él, sus ojos parecían quererlo alcanzar.
Ella sintió una punzada en su corazón, cuanto amaba el cielo...cuanto amaba verlo reflejado en ese verde transparente, como los ojos de aquel que tanto amó,que reflejaba sin problema ese cielo raso.
No comments:
Post a Comment
Sentimientos