
La flâneuse.~
“I am a forest, and a night of dark trees: but he who is not afraid of my darkness, will find banks full of roses under my cypresses.” ― Friedrich Nietzsche, Thus Spoke Zarathustra | [All rights reserved ® Todos los derechos reservados a: Madelaine Bustamante]
Saturday, March 8, 2025
Bologna

Sunday, January 26, 2025
No lo sé
— ¿Qué haremos ahora? Se está haciendo tarde. Preguntó ella desganada.
— No lo sé. Respondió él como de costumbre.
Ella empezó a caminar porque no quedaba mucho más por hacer. Mientras caminaba empezó a llorar, desolada por la constante incertumbre que él traía a su vida, preguntandose una y otra vez si esto era lo que quería hacer por el resto de su vida. Preguntandose si las decisiones que tomaba junto a él tenían algún sentido.
— ¿A dónde vamos? Preguntó él que la seguía por simple inercia, por costumbre; no porque quiera siquiera, sino más bien porque como él mismo había dicho: No Sabía Qué Hacer. Era una vida sin rumbo y ella parecía tener algún rumbo dentro de todo.
Ella no respondió, tampoco sabía realmente qué hacer, solo era consciente de que quedarse en el bosque en la noche no era lo más idóneo. Pronto se pondría oscuro y frío, y por bella que sea la naturaleza trae consigo sus peligros si no sabes cómo navegarla.
Después de una hora caminando, finalmente lograron salir del bosque y encontraron una calle principal. Ella no sabía dónde estaban pero se imaginó que si hay una calle alguien pasaría en algún momento en un carro y podría ayudarlos. Después de una hora entera sentada, ni un solo carro, o camión, ni bicicleta, ni moto, pasó por esa calle vacía; esa calle que parecía hacerse cada vez más amplia.
— ¿Qué hacemos ahora? Preguntó él preocupado. Había permanecido, extrañamente, por dos horas en absoluto silencio, un comportamiento bastante impropio de él.
— No lo sé. Ella respondió con amargura, pero con el placer que representaba para ella devolver sus ridículos “no sés,” que muchas veces parecía ser lo único que manejaba en su limitado vocabulario, cual niño perdido entrando en la adolescencia sin preguntas ni respuestas.
Él estaba preocupado por lo que harían ahora, si encontrarían alguien que los lleve de regreso a la ciudad, que podrían comer mientras tanto, si algún animal salvaje aparecería en la noche. Y ella no paraba de llorar porque sabía que de alguna manera u otra llegarían sanos y salvos a casa, pero mientras la noche caía y la luna brillaba con intensidad en el cielo, se acongojaba más y más de tan solo pensar qué harían después de esto. Qué pasaría en esa relación tan golpeada después de este incidente. Pensaba constantemente qué debería hacer, que tan inútil sería seguir, que tan ridículo seguir en una relación que tantas veces se presentaba como infértil y que ella a diestra y siniestra quería abonar y que creciera de alguna manera, pero que cada vez parecía más desierta.
—No te preocupes. Dijo él, tratando de consolarla. Ya aparecerá alguien, saldremos de aquí. Vamos a estar bien. Ella se preguntaba cómo era posible que nunca entendiera qué pasaba dentro de ella, cómo era todo siempre tan reducido dentro de él, tan momentáneo, cómo después de tantos años juntos aun era incapaz de comprender qué la angustiaba y que no. Sin embargo asintió, como dandole la razón porque, en muchas ocasiones, con él parecía más sencillo pretender que pensaban lo mismo a explicarle qué pasaba dentro de ella.
¿De qué serviría explicarle de todas maneras? El retorno a mil promesas de mejoría, de estabilidad, de tranquilidad, de bienestar que no se cumplían ni se cumplirían, mientras ella se quedaba en el limbo, en la nada, una y otra vez, en la angustia del vacío nuevamente, como si nunca pudiese escapar de este. Y así se quedaría hasta que encuentre otra forma de funcionar, por triste que parezca ahora mismo solo tenía esa.
Saturday, November 23, 2024
Tajitos (Nueva Edición)
Una nueva y mejorada edición de “Tajitos” (2024). Una recopilación de poemas y cuentos cortos escritos por mí, en un lapso de diez años (2008-2018). La adolescencia y la juventud, la dificultad de los cambios, las pérdidas, el crecimiento, se ven reflejadas en estas páginas. Incluye también algunos dibujos hechos por mí en ese periodo.
Tiene que ver bastante con ese “no saber hacer” con todos esas dificultades y hace del uso de la escritura terapéutica la mejor herramienta para afrontar lo que en un momento se siente imposible de enfrentar.
Si están interesados en comprar una copia no duden en escribirme. ¡Muchas gracias!
Saturday, May 25, 2024
La búsqueda sin nombre
Yo podía verla solo de espaldas. Un cabello larguísimo y oscurísimo, como la noche; era un gran contraste para su vestido blanco y para el resplandor del sol que se veía con intensidad en su cabello. Estaba moviendo sus brazos con insistencia hacía arriba y hacía abajo una y otra vez. Mientras me acercaba me preguntaba si este era un momento apropiado, parecía muy ensimismada en lo que sea que estuviera haciendo. Aun no había notado mis pasos, ¿o fue que yo empece a moverme con sigilo al verla tan empeñada?
A medida que me acercaba podía ver mejor el cuarto en el que estaba, había una cantidad innumerable de una especie de pergaminos por el piso; parecía que habían sido deshilados, uno por uno, dejado a medias.
Sentía cada vez más curiosidad por lo que sea que estaba haciendo, y pese al rigor de su enfoque me atreví a hablarle.
- “¿Qué haces?” Pregunté y la vi sobresaltarse, no se giro para verme, ni se molestó en responderme. Siguió enfocada en su actividad como si mi presencia no importase. Me auto-invite ya que no me fue prohibida la entrada y me senté cerca de la puerta a revisar los supuestos pergaminos, y digo pergaminos porque no estoy seguro de que eran. Eran de un material parecido al papel pero mucho más fuerte y estaban todos medio enroscados, digo medio porque la otra mitad había sido destejida.
En cada pergamino abierto se veía rastros de su trabajo, todos eran de un color similar pero con diferentes tonalidades, y tenían manuscritos que parecían tejidos o pintados con diferente simbología. No sé bien si eran otros idiomas o simples rayones al azar, parecían homogéneos de manera que se pensaría que es un lenguaje, ninguno que yo conociese en todo caso. No vi ninguno en español, de manera que tampoco sé de qué se trataban, pero podía notar que ella llevaba mucho tiempo haciendo esto.
En algún momento me perdí en mí mismo tratando de entender de qué se trataban todos esos supuestos escritos, hasta que volví al presente al escucharla sollozar. Intente hablarle una vez más.
- “¿Estás bien?” Dije lo más suavemente posible para no asustarla de nuevo. Y ella me respondió entre sollozos.
- “No lo encuentro. Sin importar cuanto busque”.
- “Tal vez yo pueda ayudarte. ¿Qué buscas exactamente?” Le dije en un intento de aliviarla, su voz y su esmero me conmovían; como si quisiera aliviar su carga, cualquiera que esta sea.
- “No importa el idioma, ni el tema, ni la ciencia, no está en ninguna parte. Estoy cansada y sigo sin entender nada. Ya no sé qué hacer. ¿Acaso debería dejar de buscar? ¿Qué debería hacer? ¿Por qué sigo buscando? ¿Cuando empecé a hacerlo y cuando lo encontraré? Estoy tan cansada”. —Me decía todo esto sin dejar de buscar, seguía moviendo sus brazos y destrozando pergamino tras pergamino, me preguntaba si de verdad buscaba algo o si se había metido tanto en su papel de buscadora que había perdido el norte.
- “Tal vez no se trata solo del texto sino de la práctica también. ¿Has intentado buscar afuera?” —Le dije mientras me preguntaba a mí mismo si tenía algún sentido lo que estaba diciendo.
- “¿Afuera?” –Respondió ella algo sorprendida y por fin dejo de mover sus brazos. “¿Puedo salir?” —Me preguntó y esta vez era yo el sorprendido.
- “¿Por qué no podrías?”
No volvió a responderme, empezó a llorar más fuerte y siguió deshilando; sentí una fuerte ola de impotencia, sentí la pesadez del aire de esa habitación y me sentí algo mareado. Me sentí oprimido, con un fuerte dolor en mi pecho y quise pararme y salir corriendo; pero cuando intente levantarme la cabeza me dio vueltas forzándome a sentarme de nuevo. Empece a respirar agitadamente porque sentía que, de repente, me faltaba el aire.
La vi mirarme de reojo mientras sollozaba y empezaba a inhalar profundamente y exhalar lentamente. Como si estuviese enseñándome a respirar, como si tratara de ayudarme, ella a mí. Ella en toda su impotencia, ella en su malestar. Me deje guiar y logre recuperar la calma, y note que ella también. Apenas me recompuse, salí corriendo de ahí.
No recuerdo porqué fui a ese lugar, ni qué tenía que hacer. Solo sé que salí de ahí con un miedo indescriptible y, al mismo tiempo, con un alivio inmenso. Como si la vida me pesase mucho menos, como si haber respirado con ella me hubiese hablado directamente al alma y me permitiese respirar bien ahora. A veces me pregunto cómo está ella, y lanzo una plegaria al cielo... a la espera de que dónde sea que esté, ella sienta también esta ligereza de corazón que siento yo y que pueda buscar, o encontrar, más allá de las palabras que parecen limitarla.
Friday, January 19, 2024
Patria Mía, Patria Amada
Patria mía, Patria amada•
Patria mía, patria amada
A veces pienso en ti y se me caen las lágrimas
A veces pienso en ti y se me encoge el alma
A veces pienso en ti y en mi mente sigo allá.
Tierra mía dime ¿Cómo se vive despatriada?
Ven y abrázame con tus colinas
Recuérdame el olor a canela
Despiértame con el gallo que hace de sirena.
Tierra mía dime ¿Cómo no extrañar tus entrañas?
Quiero correr por tus praderas
Bañarme en tus ríos de agua fresca
Reencontrarme con el océano y sus orillas.
Patria mía, patria amada
A veces pienso en ti y se me caen las lágrimas
A veces pienso en ti y se me encoge el alma
A veces pienso en ti y en mi mente sigo allá.
Tierra mía dime ¿Por qué no me dijiste de tus purezas?
Viví embriagada y entumecida por tu belleza
No pensé en detalle en tu inmensa generosidad
Estuve ajena a todo lo que diste y que, si vuelvo, me darás.
Tierra mía dime ¿Sigues siendo mía en la distancia?
Porque yo sigo viniendo de ti y nada lo cambia
Tu comida, tu gente, tus tradiciones y tus lenguas
Juro por Dios que aun canto el himno con vehemencia.
Patria mía, patria amada
A veces pienso en ti y se me caen las lágrimas
A veces pienso en ti y se me encoge el alma
A veces pienso en ti y en mi mente sigo allá.
Tierra mía dime si puedo volver a ti uno de estos días
Me cansé de deambular por tierras extrañas
Vuelvo a ti para volverte a conocer entera
Tierra Madre, re-encuentrame y reconóceme siempre tuya.
Sunday, September 24, 2023
Drowning systems
I sat down with my helplessness because there was nothing much I could do.
I sat down with my anger,
with my impotence.
I just sat down and let it sink.
I let it overtake me.
I cried and prayed.
I prayed and cried, trying to collect myself
because I felt this pressing need to help her,
to lend her a hand and
I couldn't do that while broken because of an erroneous system.
I could only help her while being in control, at the very least, of myself;
and to be able to teach her the same.
Not to let her fall in desperation,
to be able to find her a door... even if they seemed to have closed them all.
Sunday, July 3, 2022
On children’s generosity
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Photography by Madelaine Bustamante |
Some days ago I was sitting down in a green space and this little girl came to me and placed these flowers in my hand. That’s it... she didn’t say anything, she didn’t look back, she didn’t ask them back either, she just put them in my hand and left. She couldn’t be more than 4 years old.
I am sure she was just being her usual self, being a kind soul, but for me, that gesture was so big that it made my day. This is something that happens regularly when I am working with children and that’s why I enjoy working with children so much.
Children surprise me on a daily basis, most of the time in good ways. Children remind me that it is worth it to keep trying and thinking about others’ rights because they deserve a nice place to grow in. Children give me hope about humans aren’t as bad as the news shows them. Children push me to be a better version of myself as a professional, but also as a human being; and like this, they help me to grow, and they show me the beauty of life and God through them.
I wish that every single child in the world will always have someone to protect them, appreciate them, and love them, but as I know this is not what happens in reality I will advocate for them, I will try my best with them, and I will pray for them always. I hope whenever you raise a prayer you will do it too.
“No one has yet realized the wealth of sympathy, the kindness, and generosity hidden in the soul of a child.” (Emma Goldman)